Mariano Benlliure

1862, Valencia - 1947, Madrid

 

Considerado como el último gran maestro del realismo decimonónico.
Víctima de mudez, no empezó a hablar hasta la edad de ocho años. Desde muy niño mostró sus excepcionales disposiciones artísticas. A los nueve años expuso su primer modelado de barro en la Nacional. Durante la juventud cultivó con predilección los temas taurinos. Su dedicación principal, sin embargo, era entonces la pintura, que siguió cultivando en París al lado de su maestro Domingo Marqués. En 1879 fue a Roma, donde, fascinado por Miguel Ángel, abandonó los pinceles para dedicarse exclusivamente a la escultura.
Perteneciente a una familia de artistas, se formó en Valencia, Madrid, París y Roma. Artista precoz y extraordinariamente prolífico, alcanzó muy pronto la fama y el éxito, que le acompañaron toda su larga vida, como escultor preferido de la sociedad de su tiempo, en especial la de ideología conservadora. Educado en el clasicismo y el realismo, fundió ambas tendencias en un estilo poco evolutivo, pero muy efectista, con cierta influencia de la plástica modernista. ​Dentro de sus esculturas, una parte fundamental de las obras que le encargaron, fuerón para adornar sepulturas, nichos y mausoleos de la gente pudiente de la época y por los distintos Ayuntamientos y Sociedades.

Aquí haremos un repaso por toda su obra funeraria.